Un año más octubre llega a su fin, y llegan noviembre y el NaNoWriMo. El año pasado os conté lo que es y os di unos consejos para sobrevivir a este mes escribiendo sin parar hasta llegar a las 50.000 palabras (podéis leerlos en esta entrada). El año pasado, a pesar de toda la ilusión con la que empecé, las circunstancias familiares no me dejaron la cabeza en condiciones para darle a mi "Proyecto Martina" el empujón que se merecía, por lo que no llegué ni de lejos a la meta de las 50k. Este año no estaba segura de si apuntarme: esas circunstancias familiares no se han resuelto y siguen ocupando espacio en mi cabeza, ahora trabajo a turnos y me paso muchas horas al día fuera de casa y cuando estoy en ella hay mil cosas que hacer. Tenía un montón de excusas perfectas. Pero como mi querida novela en curso se merece mucho más de lo que le estoy dando he vuelto a lanzarme de cabeza y espero no darme un golpe muy fuerte esta vez.

Cuando empecé con "Proyecto Martina" tenía claros los personajes, las localizaciones, el inicio, el conflicto y el final, pero no tenía mucha idea de cómo iba a unir los puntos ni a llegar a ese final que visualizaba en mi cabeza. Aun así me lancé a la aventura y el resultado fue un bloque monumental unos pocos capítulos después. He estado luchando para seguir adelante unos meses, hasta que me he dado cuenta de que lo que me hacía falta era parar, organizarme y hacer caso a mi vocecita de escritora mapa que me decía: "no eres una escritora brújula, necesitas organizarte, deja de liarla más y ponte a hacer una escaleta ya mismo". Y eso acabé haciendo. Menos mal que le hice caso a esa vocecita y perfilé la trama, hice la escaleta y pude ver unos cuantos agujeros de tamaño monumental.

Así que he estado usando mis ratitos para mimar a mis personajes, conocerlos, descubrirlos, y para trazar el mapa que me hará llegar del inicio al final. Ahora sí estoy lista para reescribir esos primeros capítulos con los nuevos cambios y seguir hacia delante. ¿Y qué mejor impulso que el NaNoWriMo? Saber que tengo pendiente la cuota de palabras diaria me dará la energía que tanta falta me hace para ponerme a escribir todos los días y encontrar mi ratito. Además, participar en el NaNo es para mí ya una tradición, y aunque no acabe llegando a la meta es algo que intento todos los años. Sigo sin haber creado mi tan ansiada rutina para escribir pero creo que esta locura me hace estar un poco más cerca de conseguirlo. Porque para mí lo más importante es avanzar, me cueste lo que me cueste.

Os dejo mi perfil, por si queréis añadirme como amiga o curiosear un rato. ¿Y vosotros? ¿Os animáis este año?