Relato 03

by - octubre 04, 2020

Eh, tú. Sí, tú, el que está leyendo esto ahora mismo. Escúchame (bueno, léeme más bien) porque te voy a dar el consejo más útil que te han dado nunca. No te enamores. Espera, así mejor: NO TE ENAMORES. Te lo puedo poner más grande pero no más claro. No te enamores porque eso, que parece una tontería, que es como el sarampión porque todo el mundo lo pasa tarde o temprano, eso te va a joder la vida. Te la va a complicar que te cagas. Nada volverá a ser igual que antes. ¿No me crees? Allá tú, pero ya te digo yo lo que va a suceder si te enamoras…



Enamorarte te va arruinar la música. Sí, sí, no me mires con esa cara. Se acabó el escuchar música por el simple placer de escucharla. Empezarás a buscar el sentido de todas las canciones. A suspirar cuando escuchas letras en las que ni te habías fijado hasta ahora. Empezarás a escuchar baladas y canciones de desamor. Sentirás que todas las canciones hablan de ti. Te dedicarás a subir esas canciones a tus redes sociales a modo de indirecta, esperando que la persona por la que suspiras lo pille y se lance a tus brazos. Pero te hago un spoiler: eso no va a pasar. Seguramente ni se dé cuenta de que has publicado algo y dudo mucho que llegue a darle al play de ese vídeo de Youtube que te has tirado tres horas decidiendo si subías o no.

Te tirarás horas soñando despierto sobre situaciones que no van a llegar nunca. Pensarás en qué harás la próxima vez que le veas, qué le dirás, cómo reaccionarás. Y todo para nada, porque seguramente por mucho que hayas fantaseado sobre eso en tu cabeza ni siquiera serás capaz de pronunciar un “hola” sin parecer imbécil. 

¿Y las películas y las series? Oh, sí, tampoco se van a librar. Vas a empezar a fijarte en las parejas, vas a sufrir cuando se peleen y puede que llores cuando se reconcilien. Si hay dos personajes que te gustan inmediatamente pasarás a desear que se enamoren y que vivan felices y coman perdices. Te vas a hartar de ver comedias románticas o pelis de Disney porque necesitarás esos finales felices en los que todo acaba bien. 

Pasear tampoco se libra. Cada sitio te recordará a esa persona: aquí suele venir a merendar, aquí se compró ese abrigo que le quedaba tan bien, aquí un día me miró (aunque seguramente estuviese mirando a otra persona o cosa, pero bueno). 

Te va a costar concentrarte. Mucho. Y tu trabajo o tus estudios lo van a notar, créeme. Te vas a tener que esforzar el triple para conseguir los mismos resultados que antes de enamorarte. Y no me hagas hablar de la fase de dibujar corazoncitos en los márgenes de los folios, por favor, que eso deja de ser mono en cuanto terminas la pubertad. 

Enamorarte te va a poner la vida patas arriba. Y si te sale bien y la otra persona te corresponde tendrás que afrontar una relación, con todas sus dudas, sus miedos y sus malos momentos. Ya nada volverá a ser lo mismo. Y si no vas a poder afrontar todo esto entonces mejor no te enamores. Porque enamorarse no tiene botón de retroceso y tu corazón nunca volverá a ser el mismo, por suerte o por desgracia. Pero si prefieres saltar sin red, olvidarte del miedo y dejar que te cambie la vida… enhorabuena, valiente, te has enamorado y tu vida tampoco volverá a ser la misma. Y ya no querrás volver atrás.

You May Also Like

0 comentarios