Hoy vengo a hablaros de los programas que utilizo yo para escribir y que han hecho que sea más productiva y más feliz cuando estoy dándole a las teclas. Os traigo desde el programa que uso para escribir hasta los que uso para planificar, para ambientarme, para concentrarme mejor e incluso para crear el material gráfico. Hay muchas más opciones dentro de esta categoría y no pretendo decir que estos sean los mejores como una verdad absoluta, sino que son los mejores para mí, los que mejor se adaptan a lo que necesito, a lo que quiero y al tiempo que tengo ahora. 

Para escribir: Scrivener

Empezamos directamente por lo más importante: el programa que utilizo para escribir. Y es que Scrivener es mucho más que un procesador de textos, porque tiene mil opciones (y eso que todavía no he explorado todas). Aquí organizo mi manuscrito en capítulos, tengo carpeta de personajes con las fichas de cada uno y algunas fotos (para no tener que salir de la app si necesito consultar de qué color tenía los ojos un personaje), una carpeta igual para las localizaciones, una pequeña línea temporal, apartado de notas... 

Tiene una opción para poner el procesador a pantalla completa y escribir sin distracciones que uso bastante, y me encanta poder mover capítulos o escenas de forma rápida dentro del manuscrito. También asigno códigos de color si hay varios personajes narrando la historia y cada uno cuenta un capítulo y puedo poner esos capítulos en diferentes estados (por hacer, escribiendo, primer borrador, primera revisión...). Tengo un archivo de Scrivener para cada novela que estoy escribiendo, además de uno para recopilar los relatos. Sé de gente que lo usa también para escribir los post de su blog pero todavía no he explorado esa opción, aunque no descarto hacerlo más adelante. 

Por si no lo conocéis, os cuento que aunque es un programa de pago tiene una versión de prueba de 30 días que os puede ayudar a decidir si es lo que buscáis o no. Y si decidís comprarlo y participáis en el NaNoWriMo suelen ofrecer códigos de descuento al final del reto. Yo lo compré así y lo agradezco cada día. De hecho hace poco hice el cambio de la versión 2 a la versión 3 (¡por fin salió para Windows!) y estoy encantada, a pesar de haber tenido que volver a pagar una parte del coste de la actualización. Hay muchas opciones parecidas, tanto gratuitas como de pago, por si no os convence y queréis explorar otras opciones, aunque yo no lo cambio por nada.

Para planificar: Notion y Trello

Tengo que reconocer que desde que descubrí Notion y todo su potencial ha desplazado a Trello a un lugar muy secundario. Antes tenía un tablero de Trello casi para cada cosa: uno para las ideas que se me ocurrían y estaban ahí esperado su turno, otro para cada proyecto en el que organizaba la escaleta por primera vez, otro para organizar las entradas del blog... Eso por no hablar de los que usaba para organizar mi vida personal (las tareas de la casa o las series y podcast que estoy siguiendo). Pero descubrí Notion y todas las potenciales que tiene, porque puedes incluir tableros tipo Kanban como los de Trello y además tablas, líneas temporales, páginas dentro de otras, listas, insertar fotografías, archivos... Yo digo que para mí es la wikipedia de mi vida, y es que organizo aquí absolutamente todo. 

Tengo una tabla en la que están todos mis proyectos de escritura actuales, bien organizados con sus categorías, y dentro de cada una toda la información desde personajes, escaleta, worldbuilding... Y me ha ayudado a tener mucho más organizado todo lo que tengo en curso (o pausado, o abandonado). Lo único que me falta por volcar de Notion a Trello y que sigo organizando allí son las publicaciones del blog y el archivo con todas las ideas que se me van ocurriendo para futuras historias. Todavía no he encontrado la mejor forma de hacerlo entre todas estas posibilidades, pero no creo que tarde en hacerlo. 

Para ambientar: Pinterest

Tener un tablero de Pinterest para cada proyecto se ha convertido en algo imprescindible para mí. Encuentro siempre un montón de imágenes para ponerle cara a los personajes, para ambientar la historia, para sumergirme en ella. Me viene muy bien echarle un ojo cada vez que voy a escribir para sentirme dentro de la historia, de los personajes, para volver a reconectar con ella. Necesito estos estímulos visuales y siempre tengo abierto el tablero de la historia que estoy escribiendo (y también sus subtableros, que una es organizada y categoriza las imágenes). 

Para escuchar música y ruido ambiente: Spotify y Ambient Mixer

Me cuesta muchísimo escribir en silencio. Bueno, lo del silencio es un decir porque mi barrio no es precisamente tranquilo y oigo a los vecinos, a toda la gente que pega voces en la placita a la que da mi portal (y os aseguro que esto sucede día y noche, en verano o en invierno), los coches, la música del resto de vecinos... Y así me resulta imposible concentrarme. Así que para evitar estar todo el rato enfadada y sin poder concentrarme me pongo música. Tengo una playlist para cada proyecto y suelo usarlas para las sesiones de escritura directamente o para ambientarme mientras voy en el metro o por la calle y ponerme en el estado de ánimo adecuado para escribir en cuanto llegue a casa. Si no me apetece escuchar esa playlist o alguna de los grupos que suelen encajarme con la historia tengo varias que nunca fallan: bandas sonoras de películas, versiones solamente a piano... y he usado mucho las versiones de 2Cellos pero mis gatos suelen ponerse nerviosos cuando escucho varias canciones seguidas, así que esas solamente las escucho con auriculares.

Si quiero oír solamente ruido de fondo sin recurrir a la música abro la web de Ambient Mixer y busco cualquiera de los ambientes que me inspiran: la sala común de Ravenclaw, la biblioteca de Hogwarts, la del castillo de la Bestia, la cafetería de Luke de Gilmore Girls, tormentas maravillosas en la playa o en el bosque, el sonido del mar... Me ayuda a dejar de darme cuenta del ruido de fuera y a centrar mi atención en lo que estoy escribiendo, además de relajarme y poneme de buen humor. Todo ventajas.

Para concentrarme: Forest y Focusmeter

Son dos apps para el móvil que intentan que estemos concentrados durante un período corto de tiempo, aprovechando el método pomodoro. En Forest programas el tiempo que quieras y si eres capaz de no mirar el móvil durante ese tiempo crece un arbolito. Si lo desbloqueas para mirar las redes sociales matas al pobre árbol. Me gusta la idea pero la mayoría de funciones son de pago, así que últimamente he estado usando más Focusmeter, que te permite seleccionar etiquetas para ver estadísticas sobre cómo usas tu tiempo en la app y te intenta ayudar con la concentración a través de un solo pomodoro (25 minutos es lo que viene por defecto aunque puedes modificar el tiempo) o del pomodoro clásico (3 pomodoros, seguidos cada uno de 15 minutos de descanso). Dependiendo del tiempo que tenga uso una opción u otra.

Bonus. Para crear material gráfico: Canva

Y no podía dejarme Canva en el tintero. Aunque no la uso para escribir como tal pero me ayuda mucho a la hora de crear portadas, aesthetic para compartir en redes sociales, diseñar logos, encabezados o paletas de colores y las imágenes que utilizo tanto para el blog como para Instagram. Imprescindible. Tiene muchísimas opciones gratuitas y una opción de pago que te desbloquea el resto de opciones y que he usado de forma intermitente cuando lo he necesitado, aunque la mayoría de las veces me apaño muy bien con la versión gratuita.

¿Conocéis los programas y apps que he nombrado? ¿Cuáles son vuestros favoritos?

 Somos muchos los que tenemos manías (unas muy curiosas, otras no tanto) cuando leemos o cuando escribimos. Manías que nos acompañan, que definen nuestros procesos y que nos hacen sentirnos mejor. Hoy vengo a contaros las mías.

Una de las más importantes es que no me gusta dejar capítulos a medias y no lo hago a no ser que no tenga más remedio. Si yo calculo que no me va a dar tiempo a terminar el capítulo directamente prefiero no empezarlo que quedarme a medias. Ahora, si el capítulo que acabo de terminar lo hace en un cliffhanger entonces lo pasaré muy mal hasta que pueda volver a ponerme a leer.

Soy de las que no dobla las páginas de los libros en papel y a cambio prefiere usar cualquier ticket o papel como marcapáginas si no tengo uno a mano, aunque desde que leo sobre todo en digital ese problema ha disminuido considerablemente. Y siempre, siempre llevo mi Kindle en el bolso cuando salgo de casa porque nunca se sabe cuándo vas a tener que esperar un rato en el médico, en el transporte público... Y, como todo el mundo sabe, cualquier espera es mucho más amena si puedes usarla para leer.

Como veis son unas cuantas... pero también tengo mis manías a la hora de escribir. Puedo bocetar o apuntar ideas casi en cualquier lado y de cualquier forma, pero cuando se trata de plasmarla sobre el papel o sobre el ordenador ya es otra cosa. Por ejemplo, siempre tengo que tener una bebida a mano. Suele ser agua o café, aunque en verano admito también frappuccinos. Y esa bebida siempre está a la derecha del ordenador. Porque cada cosa tiene su sitio, y unas van a la izquierda del ordenador, como el móvil o algo de comer si es el caso, y otras a la derecha (la bebida, estuche, cuaderno y bolis para notas en papel...).

Siempre escribo en Scrivener y tengo abierto el tablero de Pinterest del proyecto en el que esté trabajando. De fondo suelo tener música o ruido ambiente (nunca ruido blanco, lo odio) porque no soy capaz de escribir en silencio. Simplemente no me sale. 

Otra de mis manías es que me gusta que los capítulos tengan un número de palabras parecido para que unos no sean demasiado largos y otros demasiado cortos, así que es algo que miro bastante. Tengo que escribir de forma lineal porque si escribo escenas sueltas luego me cuesta muchísimo unirlas. Esto hace que a veces me atasque en algún punto y me cueste mucho salir de ahí, pero más me cuesta unir trocitos desperdigados por ahí. Y para terminar os cuento que nunca me veréis escribiendo con el pelo suelto, siempre en moño o coleta para que no me moleste en la cara.

¿Compatimos alguna manía? ¿Me contáis las vuestras?

 Me apetecía mucho retomar esta sección y contaros por qué Laura Nuño es, sin lugar a dudas, una de mis autoras favoritas. Cada libro que saca es una apuesta segura y ha conseguido sorprenderme y engancharme todas las veces. En las entradas anteriores de esta sección podéis ver por qué estoy enamorada de la pluma de Noelia Amarillo y de la de Cherry Chic.

¿Cuáles son los puntos fuertes de esta autora?

Su variedad de géneros dentro de la novela romántica. Eso hace que suponga un soplo de aire fresco, porque ha escrito romántica contemporánea, histórica, erótica, chick-lit, paranormal... Todo ello sin perder su sello personal y desenvolviéndose como pez en el agua. Podría escribir las instrucciones de una lavadora y seguro que sabría darle su toque y hacerlas únicas. Siempre me ha fascinado esa variedad en sus novelas porque me parece muy difícil ir de la paranormal a la histórica haciéndolo tan bien. Y no solo eso, sino que ha publicado un libro de relatos de terror que me encantó. ¿Alguien da más?

Su estilo cercano y directo. Si seguís a Laura Nuño en redes podréis ver que ella es así, cercana y directa, una mujer fuerte y divertida, y todo eso se traslada directamente a sus personajes y a su estilo, algo que a mí me engancha y me hace devorar página tras página. No hay grandes párrafos de descripciones que sobren, no hay escenas interminables que acaben aburriendo. Todo lo que hay es necesario y hace que sus historias sean muy ágiles.

Las escenas eróticas. Algunos de sus personajes y sus libros son de alto voltaje, con mención especial a los Ocultos. Escenas directas, sin rodeos, muy bien descritas y que te dejan con las ganas de más y deseando ser una de las protagonistas.

La banda sonora de sus libros. No podía pasar esto por alto. Una autora con todas estas cosas que me encantan y que además le encantan el rock y el heavy metal y no duda en introducir referencias y canciones de Warcry, Saratoga, Stravaganzza, Manowar... y en crear un personaje llamado Leo, la Bestia, a semejanza del mismísimo Leo Jiménez. ¡Es que solamente con eso ya me tendría ganada!

Su toque de humor. Siempre me lo paso en grande leyendo a Laura, me divierto un montón. Y es que le da a sus historias ese humor tan característico que tiene, esas pedazo de contestaciones de sus personajes y esos momentos en los que se te escapa la carcajada. Una delicia. 

¿Y qué libros ha publicado Laura Nuño hasta ahora?

- Bilogía Y su mundo: empezó con la corta y divertida Clarita y su mundo de Yupi y terminó con Elena y su mundo en blanco y negro. Dos amigas que no pueden ser más diferentes, dos historias que se hacen muy cortas y que disfruté muchísimo. 

- Serie Los Ocultos: son mis niños mimados, mis favoritos incondicionales, qué le vamos a hacer. Romántica paranormal en Coslada y sus alrededores, escenas de alto voltaje y personajes que enamoran, tanto los principales como los secundarios. Empieza en Mi custodio con la historia de Ronan, sigue en Mi bestia con la historia de Leo y continúa en Mi druida con la historia de Dru. La autora ya está escribiendo la cuarta entrega y yo estoy mordiéndome las uñas de impaciencia por tenerla en mi Kindle.

- Serie Aigantaigh: divertidísimas historias que salen de mezclar asturianas y escoceses de las Highlands. Paisajes impresionantes, secretos familiares y mucha, mucha diversión. Primero la historia de Rocío en Highlander tenías que ser y después la de Laura en Anda y que te den, Highlander. Ojalá pronto volvamos a viajar a Escocia con más personajes.

- Y llenarte el muro de flores fue lo primero que leí de la autora. Escrito junto con Helen C. Rogue es una novela que se lee rapidísimo (son 150 páginas) y que habla de las casualidades, enfrentarse al miedo y al pasado y aprender a confiar.

- Al otro lado de la pared: si juntas a un mercenario que quiere emprender una nueva vida y a una gitanilla descarada tienes la mezcla perfecta que hay en este libro.

- Entre dos bandos es una preciosísima novela de romántica histórica que está documentada de maravilla y que tiene unos personajes memorables. Imposible no engancharte desde el primer capítulo a una historia de amor dulce y muy bonita.

- Anima Nigrum es una recopilación de relatos de terror que me puso los pelos de punta. Y es que ya os dije que esta autora se mueve por cualquier género tan bien que da gusto leerla. Nada que ver con sus historias románticas pero igualmente recomendable.

- El dictado de mi corazón es una novela histórica ambientada en la España medieval que todavía no he leído, pero que guardo para el momento en el que me apetezca algo de histórica de calidad porque sé que es ir a tiro hecho.

- Y lo último de Laura es la historia de dos hermanos en la serie Asturianos, que está entre mis próximas lecturas y que de momento consta de No siempre llueve en Asturias y de Las xanas no tienen alas. Estoy deseando volver a mis tierras verdes de Asturias a través de sus páginas.

Si no habéis descubierto todavía a Laura Nuño espero haberos dado motivos suficientes para abrir cualquiera de sus maravillosas historias y perderos en ella. Os va a enamorar.

Esta semana os voy a hablar un poco de la historia en la que estoy trabajando ahora y que he bautizado como "Proyecto Libros" (aunque ya os puedo adelantar que tengo el que seguramente será el título definitivo y me tiene enamoradita perdida). He dejado "Proyecto Martina" un poco en pausa porque me requería una intensidad emocional que no podía asumir y necesitaba centrarme en algo más ligero, que me permitiera tener una válvula de escape a través de las letras. Y así aparecieron en mi vida H. y E., con una historia new adult de romántica contemporánea que me está encantando. 

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 Después de unos meses de parón os traigo una nueva entrada y unos pequeños cambios en el blog. He necesitado estos meses para adaptarme a un cambio de departamento en el trabajo, a nuevos horarios, a muchas citas médicas y he puesto como prioridad cuidarme a mí misma y dedicar mi tiempo a escribir, a leer y a lo que necesitase en cada momento. Volví con los microrrelatos en Instagram, pero dejé el blog en pausa porque preparar las entradas me requería unas horas y un esfuerzo que no podía asumir, pero lo cierto es que lo echaba de menos. Así que volveré por aquí los domingos con una entrada y podréis encontrar los microrrelatos románticos en mi perfil de Instagram todos los miércoles. Dicho esto, voy al lío con la entrada de hoy.

Ya he contado alguna vez que yo escribo desde pequeña y es que para mí contar historias siempre ha sido una necesidad, al igual que leerlas. Es parte de quien soy, y además me hace muy feliz. Hasta en los peores momentos, cuando estoy bloqueada y no sé por dónde seguir, cuando miro el cajón de las historias abandonadas o en pausa, cuando tengo que borrar partes porque no era el camino correcto... incluso en esos momentos escribir sigue siendo algo que me hace feliz. Para mí esos momentos quedan compensados (que no olvidados) cuando tengo una idea genial que junta todas las piezas del puzzle, cuando los personajes me hablan tan claro como si los tuviera delante, cuando consigo que se me pongan los pelos de punta escribiendo una escena. 

Y es que no puedo ignorar esas voces, esas presencias que se me aparecen y no me dejan en paz hasta que nos ponemos a contar su historia. Los siento cuando escucho una canción que les representa, cuando veo un paisaje en el que podrían estar. Y me encanta que sea así.

Y vosotros, ¿sabéis por qué escribís?

 En la primera entrada de esta serie os hablaba de por qué me encanta Noelia Amarillo, y en esta ocasión os hablo de otra de las autoras de las que devoro todo lo que publica: Cherry Chic. 

Esta malagueña es la autora de una de las sagas familiares más apreciadas por una gran cantidad de lectores (entre los que me incluyo): Sin Mar. Después de leer muchas valoraciones positivas me animé con los cuatrillizos y me alegro mucho de haberlo hecho, porque descubrí a una autora maravillosa que me hace pasar horas de diversión y que es otro de los espejos en los que mirarme como autora.

¿Cuáles son los puntos fuertes de esta autora?

Los personajes. Personajes reales, que se equivocan, que te conquistan pero a los que a veces agitarías un poco de los hombros para que reaccionasen. De los que me gustan, vaya. Personajes que se quedan viviendo en ti y que hacen que quieras releer de nuevo sus historias porque les echas de menos y que no te apetezca despedirte de su mundo. Con Sin Mar nos ha pasado eso a muchos.

La mezcla entre humor y drama. En sus libros hay una mezcla perfecta y tan pronto te ríes a carcajadas con personajes como Julieta como que te emocionas con dramas que te hacen gastar paquetes de pañuelos. No voy a decir más porque no quiero hacer spoiler pero si habéis leído la saga Sin Mar entera ya sabéis de lo que hablo.

La magia de las historias cotidianas. Personajes e historias cotidianas, con los que nos podríamos cruzar mil veces en nuestro día a día, pero rodeados de una magia que los hace especiales. Porque me encanta leer historias cercanas en las que encuentro detalles con los que sentirme identificada.

Los valores de familia y amistad. No solamente lo vemos con los León en Sin Mar, la familia es algo muy importante para casi todos los personajes de esta autora y eso me encanta. Soy muy fan de las familias en las novelas románticas (bueno, y en las novelas en general) y cuando encuentro una que me gusta no quiero separarme de ella. Y en eso Cherry Chic es una maestra, porque esos valores de familia, amistad y amor incondicional se respiran en cada página de sus obras. Y sí, no hablo solamente del amor romántico, hay muchos tipos de amor que también son muy importantes y a veces quedan en un segundo plano. 

Las conexiones entre libros. Personajes de unos libros apareciendo en otros, las historias de los León extendiéndose con la segunda generación en la bilogía Valientes y en la historia de Junior, Daniela y Oliver, el camping de los Acosta, Emma... me encanta verlos interactuar entre sí y que me hagan recordar con cariño los momentos que pasamos juntos. Me hacen sentir que formo parte del mismo universo que ellos.

¿Y qué libros ha publicado Cherry Chic hasta ahora?

- Saga Sin Mar: cinco libros y una precuela que nos presentan a los cuatrillizos León, mucho más diferentes entre sí de lo que podrías pensar al verles. Prepárate para conocer a Julieta, Esme, Alex y Amelia León y a un montón de personajes más que te roban el corazón, como Javier, Sara, Nate, Eli, Óscar, Einar, Marco... Yo leí primero la precuela, que es un relato corto con la historia de la infancia de los gemelos y de Javier, su padre, y se llama Una despedida, siete relatos y un viaje. Después tenemos, por orden: A la de tres, ¡te quiero!, Y que te quedes, Tu maldita sonrisa, Hasta que el mundo vuelva a creer en la magia y Tú tan refugio y yo tan a la deriva.

- Bilogía Valientes: si después de leer Sin Mar te quedas con ganas de más aquí encontrarás a los cuatrillizos y el resto de personajes haciendo frente a que sus hijos se hacen mayores. Es recomendable, bajo mi punto de vista, haber leído el resto de libros de la autora primero ya que aparecen personajes de esos libros y creo que se disfruta más. Los dos libros son Ella, yo y la gran idea de ser valientes y Él, yo y la gran idea de encender París.

- Mi canción más bonita: el primer libro que publicó Cherry Chic, la historia de Daniela y Oliver. Universo Cherry Chic en estado puro, tatuajes y magia y esa mezcla de humor y drama de la que hablaba antes.

- El sur lo encontré en tus ojos: Lola y su vicio de comprar por internet las cosas más absurdas, amigos que son realmente familia, playas y un chiringuito y un "Él" que es todo lo contrario a lo que ella quería. Una comedia romántica deliciosa.

- Enséñame a dibujar sonrisas: ay, Carmen y Gabriel. Con ellos me reí y me emocioné a partes iguales, y es que enfrentarse al pasado que cada uno de ellos arrastra no les va a resultar nada fácil. Recomiendo leer este libro con un paquete de pañuelos a mano y un cuaderno para apuntar alguna de las perlas geniales que suelta Gabriel.

- Mantendré las luces encendidas para ti: nos encontramos a Lía, que tiene que volver a su pueblo a regañadientes para ayudar a su madre, con la que se lleva fatal, y que no sospecha que acabará encontrando allí lo que no sabía que necesitaba. Sentimientos a flor de piel, ternura y una gallina de lo más peculiar que te enganchan desde la primera página.

- Tú y yo aunque arda el mundo, también conocida como La historia de Junior: es una historia por entregas que se puede leer de forma gratuita en Wattpad o en la web de la autora. Un regalo final de despedida de Sin Mar que nos hizo Cherry con la historia de Junior, uno de los retoños de Oliver y Daniela que nos dejaron con ganas de más en la bilogía Valientes. Una joya que supone el broche perfecto para un universo al que personalmente sé que volveré en más ocasiones. Aunque a veces me costaba esperar a que llegasen los capítulos ha merecido totalmente la pena esperar.

Ya no habrá más libros de la autora que salga el primer volumen de una nueva saga familiar que espero como agua de mayo, nunca mejor dicho: conoceremos a los Dunas en Todas mis respuestas, que sale el 6 de mayo de 2021. ¡Estoy deseando sentirme parte de su familia!

 Hay que elegir bien a nuestro compañero de vida, a nuestro copiloto, porque va a ser una de las personas clave en nuestro viaje y tiene que ser alguien que esté ahí para doblarnos cualquier mapa que la vida nos presente. ¡Y para eso no vale cualquiera!

 Hoy vengo con una entrada un poco diferente a la que tenía programada para el domingo y que finalmente no llegué a publicar. Me apetece reflexionar un poco sobre lo que pasa y cómo nos sentimos cuando no cumplimos los objetivos que nos marcamos.

Porque yo ya he dicho alguna vez que soy muy fan de ponerme objetivos, de hecho para este 2021 me puse 5 propósitos de lectura y escritura que recogí en esta entrada, y siempre me ha costado un poco lidiar con mis expectativas y conmigo misma cuando no los consigo. Veréis (ahora es cuando os cuento un poco de mi vida personal), uno de esos propósitos de año nuevo era escribir todas las semanas. Pues llevamos dos meses de este año y ya puedo decir que no lo he cumplido todas las semanas, de hecho tengo suerte si lo he cumplido la mitad. ¿Y por qué? Pues porque las circunstancias también influyen: tengo un trabajo con unos turnos larguísimos de hasta 12h (a las que hay que sumar casi 3h diarias de transporte) y que me exige el 100% de mi atención durante toda mi jornada laboral. También tengo una situación personal un poco más complicada en cuanto a mi salud, como ya comenté por redes sociales, que hace que tenga que cuadrar muchas citas médicas en mis días libres o en mis horas antes de ir a trabajar, y que me ha tenido de bajón anímico muchas semanas. Cuando yo cuadré el calendario editorial del blog y decidí publicar los microrrelatos los miércoles y una entrada cada domingo solamente tenía que lidiar con el trabajo, pero ahora me resulta mucho más difícil sacar tiempo para escribir las entradas, programarlas, avanzar en mi novela, leer...¿Y sabéis qué? Que no pasa nada.

Mi psicóloga me dice mucho que no pasa nada por no estar bien, que también es necesario, y algo que he aprendido en estas semanas es que tampoco pasa nada por no cumplir mis objetivos. No pasa nada si una semana no puedo escribir. O si son varias semanas. O si no me ha dado tiempo a dejar programada la entrada del blog, o las publicaciones de Instagram. Eso no hace que escribir me apasione menos, o que me apetezca menos compartir cosas en el blog. Tener tiempo para hacer todo eso está muy bien, y es lo que me encantaría, pero siendo realista tengo que admitir que no puede ser, que no somos máquinas y que las circunstancias que rodean mi vida me afectan.

Así que si no puedes escribir todos los días no pasa nada: hazlo cuando puedas. Si solamente puedes escribir 500 palabras en toda la semana no pasa nada: disfrútalas, ya tendrás semanas mejores. Si te propusiste publicar en redes o en tu blog con cierta frecuencia y no siempre puedes cumplirlo no pasa nada: hay cosas más importantes y ya retomarás el ritmo y publicarás cuando puedas. Date permiso para bajar el ritmo y no te sientas culpable por eso. Yo sigo trabajando en ello, y avanzando en mi novela y mis relatos cuando puedo y me siento emocionalmente con ganas y fuerzas, y aunque me cueste más llegar al final sigo teniendo las mismas ganas. En cuanto al blog mi idea es seguir el esquema de publicación de miércoles y domingo, pero no voy a sentirme mal si alguna semana me es imposible. 

Cuando llegue el fin de año y revise los propósitos podré decir que no he escrito todos los días, ni he mantenido el ritmo de publicación del blog, y que he conseguido no sentirme mal. Y eso también está bien. También se aprenden cosas de no cumplir tus objetivos.

 ¿Qué es el amor? Es una pregunta que se ha intentado responder incontables veces y aunque hay definiciones muy acertadas creo que lo que más se asemejaría a la realidad sería una suma de todas ellas. Hoy os traigo una de las mías.

¿Cuál es vuestra definición de amor?

Los lectores cero son esas personas que no sabes que necesitas hasta la primera vez que recibes sus opiniones. Son esas pocas personas a las que les pasas tu historia terminada para que puedan leerla con calma y te ayuden a detectar incoherencias, agujeros en la trama y cosas mejorables en general. Ojo: no confundas los conceptos, un lector cero no es un corrector. El corrector ya hará magia en tu libro más adelante haciendo desaparecer las faltas de ortografía o los errores de estilo.

Ten en cuenta que el hecho de que a un lector cero no le guste un capítulo o un personaje no es motivo suficiente para cambiarlo, pero si todos o la mayoría coinciden en que esa reacción es poco creíble o que a los diálogos les falta chispa son cosas a las que deberías prestar atención en la reescritura. 

Que tus textos pasen por estos ojos nuevos va a hacer que salgan brillantes y fortalecidos, así que si nunca has probado te diría que no te lo pienses. Un buen sitio para encontrar lectores cero es Twitter, una red social en la que hay una comunidad muy fuerte de escritores que se apoyan unos a otros y donde seguramente encontrarás otros compañeros que estén dispuestos a betear tu historia.

Y tú, ¿cuentas habitualmente con lectores cero o beta para que revisen tus historias?