Cómo vencer al síndrome del impostor
El síndrome del impostor es una mierda. Me apetecía empezar el post así, qué le vamos a hacer. Ese pensamiento de "no soy lo suficientemente bueno, no estoy a la altura, se va a descubrir que soy un fraude, no me merezco lo bueno que me pasa" es común entre todas las profesiones y creo que casi todos (por no decir todos) lo hemos sufrido en algún momento de nuestra vida. La verdad es que yo lo noto más como escritora que en el resto de facetas de mi vida, y es una piedra más en el camino que me lleva al final de la novela, un obstáculo que me impide avanzar. Pero los obstáculos se pueden vencer, se pueden superar, así que os traigo algunas de las pautas que a mí me sirven para rodear o saltar esta piedra cuando la encuentro en mi camino.
Identifica los pensamientos que te provoca el síndrome del impostor. "¿Para qué voy a seguir escribiendo si no tengo talento?", "Aunque termine la novela nadie querrá publicarla o leera", "Si alguien la lee van a destrozarla porque es una mierda"... ¿Te suenan? Son algunas de las joyitas que se te cuelan en la cabeza gracias al dichoso síndrome. Si aprendes a identificar estos pensamientos te será un poco más fácil separarlos del resto y poder ignorarlos.
No te compares. Siempre va a haber escritores que escriban mejor, que escriban más rápido, que publiquen más, y no te hace ningún bien comparte con ellos (ni con nadie, realmente). El resto no tienen tus circunstancias, no tienen tu bagaje y tu experiencia, no tienen tu formación ni están escribiendo tu novela. ¿De qué sirve compararte con gente que está en otro punto del proceso? Ya te lo digo yo: de nada. Alégrate por los compañeros, aprende de lo que ellos estén haciendo bien, adáptalo a ti y a tu forma de trabajar y utilízalo para seguir adelante. A mí esto me ha ayudado mucho, porque por mi trabajo no puedo escribir todos los días y no puedo avanzar al ritmo que me gustaría o que veo que avanzan otros, así que intento centrarme en mi propio camino y alegrarme por el ritmo de los demás sin que eso le quite valor a los ratos que yo puedo sacar para juntar unas cuantas palabras.
Sigue formándote y aprendiendo. Así irás puliendo las cosas que se te dan peor y aprovechando todavía más las que se te dan mejor. Todo lo que aprendas te va a ayudar a escribir mejor y a luchar contra esos pensamientos intrusivos, porque no hay nada como releer un párrafo y ver lo bien que ha quedado y lo mucho que has mejorado desde que empezaste en esto de escribir.
Date crédito por las cosas que consigues. Cuando el dichoso síndrome del impostor te ciega es difícil apreciar las cosas buenas, pero haz un esfuerzo. Viene muy bien escribir una lista al principio, y verás que son más cosas de las que pensabas. ¿Que has conseguido sacar un rato y arañar 500 palabras? No pienses en que solamente son 500 palabras, sino en que has conseguido sacar tiempo para avanzar un poco en un día de locos. ¿Que ese capítulo no te acaba de convencer? Bueno, pero ya está escrito así que tienes más fácil reescribirlo o mejorarlo porque ya no partes de cero. Y fíjate en lo bien que te ha quedado ese diálogo, en lo divertida que esa parte o en lo mucho que evoluciona tu personaje. Estás haciendo cosas bien, valóralas.
Disfruta y no abandones. Disfruta del proceso, aunque a veces cueste, y no permitas que esos pensamientos de mierda te hagan abandonar. Has llegado lejos, aunque no sea lo lejos que esperabas, así que no lo tires por la borda. Piensa en lo que has ido consiguiendo hasta ahora, saboréalo y celébralo. Y sigue escribiendo.
Seguro que hay muchos más consejos geniales, pero recalco que estos son los que más me sirven a mí, no la verdad absoluta. Como casi todo lo relativo a la escritura, es totalmente subjetivo. Y a ti, ¿qué te funciona para combatir el síndrome del impostor?
0 comentarios