La frase de la semana (13): termina tus textos

by - julio 05, 2020

Seguro que no soy la única que tiene mil historias empezadas y sin terminar. Algunas están solamente con el esquema y los personajes, otras solamente con los personajes, pero hay unas cuantas en las que ya he empezado a escribir la historia. Y sí, hay varias con bastantes palabras sobre el papel, pero que por alguna razón u otra he dejado paradas. Iba a decir abandonadas pero ni me gusta ni me parece cierto. Tengo todos mis proyectos de escritura organizados y sé perfectamente en qué punto se encuentra cada uno. Esos que están parados lo están por diferentes motivos: falta de planificación, agujeros en la trama o en los personajes, falta de motivación por escribir, la historia ya no me llega tanto como al principio y no me apetece tanto contarla... hay casi tantos motivos como textos en el limbo. 

Y no digo que esté mal tener motivos para dejar de lado una novela o un relato en el que estabas trabajando, puede que tengas una racha complicada y no puedas escribir o simplemente que necesites un respiro. Pero si has hecho como yo y has dejado paradas muchas historias por diversas razones al final te encontrarás con que tienes un montón de historias empezadas que no has llegado a terminar, y eso es un poco frustrante. Encontrar la motivación para finalizar una novela es duro. Ya solo el primer borrador requiere mucho trabajo pero lo cierto es que si no la terminas nunca sabrás lo que podría haber sido. Y sí, igual la terminas y no te gusta, igual piensas que no vale la pena. Pero sobre un texto terminado siempre tienes la opción de reescribir, de corregir, de añadir, de suprimir. Si no has llegado al final no tienes nada, solo piezas del puzzle sueltas con las que no se puede trabajar. De un texto que está terminado aunque sea muy mejorable sí puede salir una buena novela, de un texto inacabado no.



Yo decidí organizarme todos los proyectos que tengo empezados desde hace la friolera de diez años, para ver en qué estado estaba cada uno y qué iba a hacer con ellos. Hay un par de ellos con los que me he distanciado tanto emocionalmente que de momento sí los considero abandonados. Ya no me gusta la idea de la que partí, no me gustan los personajes ni la trama. Quizá en algún momento cambie de opinión (por eso nunca borro nada, simplemente lo mando a la carpeta de "Proyectos abandonados") pero de momento no voy a trabajar en ellos. Se trata de dos novelas de fantasía juvenil que fueron mi primera incursión en proyectos más largos que los relatos que había escrito hasta entonces. Son historias a las que les tengo mucho cariño pero que ahora no me apetece nada escribir. Dividí el resto en proyectos en los que he empezado a escribir la historia y proyectos en los que no, y me he sumergido un poco en cada uno para ver hasta dónde he llegado, qué me falta, qué hay que corregir a primera vista, qué necesidades urgentes tiene para poder retomar la historia y terminarla. Esa toma de contacto me sirvió para ver lo que me enamoró de cada idea, de cada personaje, y me ha ayudado a recuperar las ganas de terminarlos.

Nunca es tarde para organizar un poco todo lo que llevas empezado y no has terminado y recuperar historias maravillosas que merece la pena terminar. Seguramente ya no te gustarán todas y alguna se quede por el camino, pero encontrarás unas cuantas en las que te apetecerá avanzar y terminarlas. Yo espero que esto me sirva de aprendizaje para no ir saltando de una idea de novela a otra y dejando mil puertas abiertas a mi paso. 

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