Por qué leo y escribo romántica

by - noviembre 15, 2020

A día de hoy, en pleno siglo XXI, todavía hay gente que mira por encima del hombro a las lectoras y escritoras de romántica, como si no fuese un género literario de verdad, como si fuese menos que un ensayo o una novela histórica. Quiero ser buena persona y pensar que esa gente no conoce cómo es realmente una novela romántica o la cantidad de subgéneros y de tipos de historias que hay.

Como ya sabéis si sois lectores habituales de mi blog, la literatura romántica es mi género favorito tanto para leer como para escribir. Es en el que me encuentro más cómoda y es al que recurro con más frecuencia, aunque eso no quita para que me gusten otros géneros. De hecho, leo de forma bastante habitual thrillers, novela negra, fantasía o terror. Pero precisamente porque me encantan las historias de amor he decidido traeros hoy las 5 razones por las que leo y escribo romántica.



1. Porque me gustan los finales felices y las historias de amor.

Una de las condiciones de la literatura romántica es que debe haber final feliz. Así que cuando empiezo una novela de este género sé qué final me voy a encontrar, aunque puede que en el transcurso de la historia llore a mares tengo garantizado mi happy ending, mi "fueron felices y comieron perdices". Esto también me ayuda para escribir una historia romántica porque sé que aunque mis protagonistas las pasen canutas todo acabará bien para ellos. Me gusta que triunfe el amor y que el detective encuentre al asesino. Para historias que no acaban bien ya tengo la vida real, gracias.

2. Por la variedad de subgéneros.

Hay un subgénero romántico para cada cosa que te apetezca leer: histórico, contemporáneo erótico, de suspense, de cowboys, de deportistas, de agentes especiales, paranormal, LGTBI, chick lit, comedia, sentimental, juvenil, new adult... Puedes leer un día una historia sobre vampiros, otro sobre una detective y al siguiente una histórica ambientada en el Oeste. Y todas ellas tendrán su historia de amor y su final feliz. Y eso me parece tremendamente enriquecedor como autora y como lectora.

3. Por la trama y la estructura.

Cada subgénero tiene sus particularidades y sus detalles para diferenciarse unos de otros, pero es que además de eso puedes encontrarte con unas tramas muy bien organizadas con sus diferentes subtramas perfectamente encajadas, una ambientación de lo más cuidada y una estructura que sabe qué necesitas como lector en cada momento. Y cuando eres tú la que escribe aprendes muchísimo en cuanto a documentación, ambientación, planificar y encajar tramas y subtramas, te lo digo yo que aprendo cosas nuevas a diario. 

4. Por los personajes, tanto femeninos como masculinos.

Nada de mujeres débiles encerradas esperando a que las rescate un arrogante caballero. Eso ya no se lleva. Hay mujeres fuertes, que no necesitan desesperadamente a nadie que las rescate porque saben rescatarse ellas solitas, pero que eligen tener una relación por lo que les aporta. No necesitan una pareja pero sí la quieren a su lado. Y los hombres no tienen que mantener a la mujer, ni asumir el papel de héroe sino que son personas con sus defectos, sus virtudes y se pueden permitir llorar sin que eso les haga parecer menos hombres. En definitiva, son personajes bien construidos que sientes como reales. 

5. Porque creo firmemente que el amor mueve el mundo.

Oh, sí. Soy una romántica que cree que el amor es una de las cosas que mueven a todo el mundo junto con el dinero, la ambición, el poder, el miedo... Por sí mismo o mezclado con algún otro es un motor fantástico para una historia. Enamorarse, desenamorarse, el inicio o el final de una relación son cosas comunes en el día a día de todo el mundo y es fácil identificarse con algo que tú también has pasado o que tú también anhelas.

Aunque tengo más razones para mí estas son las principales. ¿Se te ocurre alguna más? ¿Te has animado a leer o a escribir romántica?

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